Era inteligente, inseguro y tenía tiempo. Y sobre todo dudas, muchas dudas.
Las contraseñas de su mujer eran desconocidas para él, y sabía que preguntarlas no haría más que generar rechazo. No lo hizo.
Descartó los mails por improbables, y se concentró en Twitter. Si había algo, estaría ahí.
Conocedor de la naturaleza humana, o de aquello que sean quienes pasan horas en la dichosa red social, se basó en el ego para su proyecto.
En cinco minutos, armó una página de Internet que prometía estadísticas sobre lectura de Tweets, pronósticos de incrementos o reducciones de seguidores, y ubicaciones de los mismos. El único requerimiento era poner el nombre de usuario y la contraseña de la plataforma.
Por supuesto, creó los consabidos párrafos que prometían privacidad, y aseguraban que ninguna información sería divulgada.
En el minuto seis, añadió una orden para que automáticamente, apenas se ingresaba la información, saliera disparado un tweet promoviendo la página.
El minuto siete fue destinado a dirigir un tweet de un usuario anónimo, hacia las trescientas personas que su esposa seguía. Y también a ella.
Durante los minutos ocho a catorce, observó cómo los nombres de los usuarios, así como sus claves, se multiplicaban en la base de datos correspondiente.
Al minuto quince, su esposa llenó el formulario, y él obtuvo la clave que le permitiría leer sus mensajes privados de Twitter.
Menos de dos minutos después, las dudas eran olvido.
La ambulancia llegó al minuto cincuenta y ocho.
-Mirá, un tipo joven. ¿Qué puede tener alguien en la cabeza para saltar de un piso doce?-le preguntó el paramédico, al policía que estaba custodiando el cadáver.
-La respuesta a eso sería la clave para evitar que pase-contestó el policía.
Pero era justamente la clave lo que lo había matado.
La clave es algo que no siempre logramos entender o encontrar...
ResponderEliminarMuy bueno
Excelente, solo la palabra paramédico queda rara. Solo una opinión.
ResponderEliminarEs imposible no hacerse imágenes con estas palabras. Será que soy un tipo muy visual.
ResponderEliminarMuy bueno, ambiguo en este momento argentino. Da para mucho la palabra clave, esto puede ser lo que es, o una metáfora. Mil cosas para cada uno que lo lea. Genial ¡Saludos!
ResponderEliminarHay casos donde la ignorancia es saludable.
ResponderEliminarQuien busca encuentra.
ResponderEliminarsi tu vida depende de otra, puede que no sea tan tuya, o tenga sentido poco sentido.
¿Para que saltar sin red?
Los mensajes privados de twitter son simplemente eso. La vida pasa por otro lado, quizás no era tan inteligente como creían.
Marcos, excelente, como siempre.
Clʚϊɞ
Saltar es,a veces,la forma de volver a ser dueño de tu vida.
ResponderEliminarOjos que no ven, corazón que no siente. Yo creo que la clave muchas veces es ver lo que tenemos enfrente, ir más allá muchas veces puede costarnos hasta la vida.
ResponderEliminarSaludos, querido
Como siempre.. muy visual y muy bueno..
ResponderEliminar@cleansupertie
muy bueno Marcos! que groso bo! :) saludos
ResponderEliminarman tus textos son fantasticos
ResponderEliminarte fellicito muchisimo tenes una capacidad que admiro
te mando un gran abrazo
Necesito ese programita. Es barato?
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